Halloween es una fiesta que se celebra principalmente en los países anglosajones la noche del 31 de octubre.
Tiene origen en la festividad celta del Samhain, que significa “Fin del verano”. Esta fiesta festejaba el final de la temporada de cosechas y era considerada como el "Año Nuevo" celta que daba paso a la estación oscura. Sobre todo, era un momento de transición, de paso, tanto de un año a otro como de un mundo a otro.
Una noche mágica para dedicar a los espíritus donde las leyes que rigen el espacio y el tiempo, tal como lo conocemos, están temporalmente suspendidas y la barrera entre los mundos desaparece. Es, por tanto, un buen momento para comunicarse con los antepasados y otros seres fallecidos.
Foto de la web arquehistoria |
En esta base pagana se funda la festividad cristiana de Todos los Santos. En Irlanda, se focalizó más en la víspera de Todos los Santos (All Hallows' Eve), es decir, Halloween. Con el tiempo ha ido perdiendo su componente religioso para transformarse en una fiesta carnavalesca con una iconografía muy característica: los colores negro y naranja, calabazas talladas (Jack O'Lantern), el "Trick or treat", disfraces, lecturas, películas o visitas relacionadas con el miedo y los espíritus.
De todos los aspectos típicos de Halloween el que más me gusta es el de las Jack O’Lantern (estas calabazas talladas con aspecto terrorífico que conseguían ahuyentar a los espíritus malignos y evitar tener que exponerse a maldiciones de todo tipo). Tanto es así que esta primavera planté en mi huerto calabazas para hacer mi propia linterna.
Aunque hay una gran variedad de calabazas, las más apropiadas para Halloween son las redondeadas y de color naranja intenso. En la zona de Madrid se encuentran fácilmente las semillas de calabaza mammouth o la roja de Etampes (la que elegí). Las planté en mayo y a principios de septiembre ya tenía unas buenas calabazas. Como ves, fue pasando del amarillo al naranja para terminar casi rojas!!!!
Es un fruto que no se pasa, por lo que las he dejado en la mata hasta principios de octubre. Cuando vayas a cortarlas, déjales un poco de rabito (pedúnculo) para que se conserven mejor y más tiempo.
Si no eres tan previsor, puedes comprar una calabaza en cualquier frutería o centro de jardinería. Te aconsejo que sea de un tamaño mediano para poder manejarla bien.
El proceso es muy sencillo. Se corta la parte de arriba en forma de tapa con un cuchillo que corte muy bien.
Se vacía la calabaza sacando las pepitas y la pulpa. Puedes guardar las pepitas para sembrar el año que viene y la carne para hacer algún guiso o postre. Te advierto que la roja de Etampes no es dulce pero aún así está buenísima!!!
Con un rotulador, le pintaremos los ojos, la nariz y la boca. Este punto es el más importante ya que tendrás que darle una expresión que dé miedo. Mi consejo es que los ojos tengan esta forma ( w ) y no esta otra (s), y que los dientes acaben en picos y no cuadrados. Si no, mira la diferencia entre una Jack O’Lantern y otra.
Después, se cortan y se extraen las piezas pintadas: dos ojos, la nariz (optativa) y la terrorífica boca.
Se pone una pequeña vela dentro y se saca al poyete de la ventana.
Una vez lista ya sólo te queda ambientarte viendo Sleepy Hollow (la película de Tim Burton basada en una historia de Washington Irving), leyendo los cuentos de Edgar Allan Poe o contando a la luz de las velas cualquier historia de miedo que conozcas.
PRÓXIMA CITA: AGENDA DE NOVIEMBRE (01/11/2011)
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A petición de ana ryder publico otras fotos que pueden servir de inspiración para la noche de Halloween. Espero que te gusten y te ayuden a crear tu propio ambiente.
¡Muchas gracias, ana ryder, por tener un espíritu Marycot tan activo!
En este centro de mesa mezclé hojas secas, piñas, calabazas y velas con forma de calabaza (Halloween 2009)
En Halloween 2010, reutilicé todo lo anterior pero usando más velas, más calabazas y paja.
Esta es un detalle de la mesa otoñal que preparé por mi cumpleaños.